CÓMO NOS AFECTA LA CONTAMINACIÓN

Adaptación

Inspirar, espirar: sale solo, sin pensarlo. Sin embargo, cabe preguntarse cómo son las condiciones del aire que inhalamos y cómo influyen en nuestra salud.

Según el informe La calidad del aire en el Estado Español durante 2015 elaborado por Ecologistas en Acción, la población que respira aire contaminado en España alcanza los 18,5 millones de personas, –3 millones de afectados más respecto a 2014–, un 39,8 % de toda la población. Esto quiere decir que dos de cada cinco españoles respira un aire que incumple los estándares legales vigentes. No es un dato baladí: en el citado informe de Ecologistas en Acción se compara la mortalidad prematura por contaminación atmosférica con los accidentes de tráfico y la primera supera quince veces a la segunda.

Los principales agentes contaminantes del aire son las partículas en suspensión, el dióxido de nitrógeno, el ozono troposférico, el dióxido de azufre y el Benzo(a)pireno (BaP). Todas estas sustancias son originadas principalmente por el tráfico rodado, que es la mayor causa de emisiones contaminantes, a la que se suman las calefacciones, algunas industrias, centrales energéticas, refinerías o incineradoras. En los últimos años han aumentado las leyes y directivas tanto locales como internacionales para el control y mejora de la calidad del aire, pero aun así sigue siendo un problema que provoca importantes consecuencias en la salud.

¿Cuál es el efecto real de la contaminación en nuestra salud?

Desgraciadamente, la contaminación es una asesina silenciosa que nos va envenenando poco a poco sin que podamos darnos cuenta de ello. No es algo que se ve a simple vista (salvo si nos vamos a un punto alejado de la ciudad, que nos dejará una cruda visión de la nube negra de gases tóxicos que respiramos) ni que podamos tocar y esto es precisamente lo que nos hace no ser conscientes del peligro y, por tanto, exponernos más a ello sin ponerle ningún tipo de solución.

Los problemas que genera la contaminación en nuestra salud son principalmente respiratorios y cardiovasculares. Los riesgos respiratorios pueden ir desde simples molestias como tos, flemas, respiración silbante o sensación de ahogo y presión el pecho; hasta enfermedades de menor o mayor gravedad como pueden ser asma, bronquitis aguda, bronquitis crónica, neumonía o incluso cáncer de pulmón.

Todo esto se debe a que el efecto de la contaminación en nuestro sistema respiratorio es el de estrechar las vías respiratorias, lo que produce obstrucciones que llevan a nuestro cuerpo a realizar un esfuerzo mayor. Por ello, nuestros órganos notan que hay un problema y desarrollan sistemas de defensa. Puede ser una producción anormal de mucosidad, que acaban traduciéndose finalmente en infecciones y otros daños.

En el aspecto cardiovascular, podemos notar síntomas como opresión o pinchazos en el pecho, palpitaciones, taquicardias o fatiga inusual. Esto se debe a que el oxígeno que reciben los glóbulos rojos está contaminado, por lo que toda esa toxicidad se transporta por nuestro cuerpo.  Puede afectar a cualquier órgano, causando inflamaciones que pueden llevar a enfermedades en las arterias coronarias, anormalidad en los ritmos cardíacos o insuficiencia cardíaca congestiva.

Todo ello, a pesar de que nos pueda parecer casi insignificante a corto plazo, si no se trata y empeora, puede llevarnos a consecuencias verdaderamente gravespara la salud que pueden llegar a ser incluso mortales.

Por otro lado, la contaminación también puede incrementar los problemas de salud producidos por algunas enfermedades, haciendo que los pacientes no terminen de recuperarse, lo hagan más lentamente o vean los síntomas de sus enfermedades agravados. Un ejemplo de esto lo encontramos en las enfermedades de la piel como puede ser la dermatitis atópica. Esta enfermedad produce irritación y sequedad extrema de la piel, lo que se traduce en picores y eccemas que se ven proporcionalmente incrementados en los que la sufren cuando los niveles de contaminación ascienden.

Los niños y ancianos son más vulnerables ante la contaminación

Como siempre, los niños y los ancianos son los más perjudicados debido a que su sistema inmunológico es más débil y más propenso a resentirse. Además, numerosos estudios han demostrado que la contaminación puede causar daños cerebrales a los niños que pueden llegar a afectar a sus funciones cognitivas, haciendo que no terminen de desarrollarse correctamente o no lo hagan en el tiempo que deberían. Este tipo de retrasos o desarrollos inadecuados afectan también a las mujeres embarazadas, cuya exposición a los gases tóxicos de la nube de contaminación puede provocar que el feto no crezca ni se desarrolle correctamente, haciendo que los órganos del bebé queden irreversiblemente dañados.

Para limpiar el aire de tu hogar u oficina necesitas una filtración avanzada para la eliminación efectiva de alérgenos, polen, toxinas, olores, bacterias y docenas de virus transmitidos por el aire.

Qué debe aportar cualquier Sistema:

  • Filtración en tres fases para una purificación máxima del aire.

  • Eliminar el 99,99% de las partículas del aire, de hasta 0,007 µm (micras) de tamaño.

  • Que elimine efectivamente más de 300 contaminantes invisibles del aire.

  • Ha de eliminar los olores de cocina y los de los animales domésticos, así como el humo del tabaco.

  • Debe ofrecer un caudal de suministro de aire limpio (CADR) de hasta 500 m3/h.

  • Eliminar el 80% de la contaminación del aire de una habitación estándar* en solo 10 minutos.

  • Que trabaje a un nivel de ruido de 26 dB(A) a velocidad mínima, para que no moleste en tu vida diaria.

  • Certificación ENERGY STAR de la EPA (Agencia de Protección del Medioambiente de los EE.UU.).

  • Purificación de una habitación de 20 m2

   

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